Habiendo dicho eso, si he querido modificar el formato de este espacio, considerando que luego seré un flamante psicólogo, me parece correcto comenzar a poner en práctica lo aprendido, a través de la discusión de temas contingentes desde el ojo de un profesional joven, lo cual bajo mi opinión se hace cada vez más necesario en este país que a ratos me parece retrógrado.
Así, y para poder cerrar el ciclo inciado en Marzo tocaré un último tema desde la "vieja perspectiva", un infaltable durante estos días: la segunda vuelta de las presidenciales, que enfrenta a un usado y desgastado Eduardo Frei, a un confiado y apoyado Sebastián Piñera.
No puede dejar de asaltar mi mente la idea de que aquí hay gato encerrado. Lanzar a Frei como candidato de la concertación, sabiendo que Piñera es un solidísimo candidato y que MEO, por más que haya causado una buenísima primera impresión en el publico votante, no iba a alcanzar lo suficiente como para pasar a una segunda vuelta con el candidato de Renovación Nacional, es, por decir lo menos, raro.
Creo que la mayoría de las personas que acceden a este blog teniendo una línea de pensamiento similar a la mía estarán de acuerdo en que no es cosa extraña en nuestro país la existencia de manipulaciones políticas y "movidas" extrañas a manos de quienes realmente manejan el asunto, y no me parecería raro que esta no fuera la excepción.
Lo diré directamente y lo dejaré abierto a la discusión: Que Frei haya sido el candidato de la concertación me parece el perfecto arreglo político para lograr que la derecha llegase al poder. Es impensable de otra forma, ya que presentando un candidato sólido frente a Piñera, los votantes habrían seguido su instinto, ese que teme a volver a la dictadura, y no le habrían dado el apoyo que actualmente tiene. No soy de aquellos que relaciona directamente a la derecha con Pinochet, pero sí creo que a nivel inconsciente, la gente relaciona la derecha chilena con todos los acontecimientos ocurridos desde el 11 de Septiembre de 1973, ya que son la corriente más cercana a lo ocurrido, independiente de si hayan sido ellos los culpables de ello o no.
Qué trato de decir con esto, los partidos políticos SABEN y son perfectamente conscientes de que la gente no vota por el mejor, vota por el menos malo, y siendo así lanzan sus mejores cartas sobre la mesa para poder seguir en la carrera política. ¿Por qué esta vez la concertación lanzó la carta más debil? ¿Coincidencia? ¿Error político? No creo..sinceramente, no creo.